El
pasado 21 de junio por la tarde tuvo lugar en el Polideportivo nº 6 ‘Cerro de
la Mina’ la clausura de los Campeonatos Escolares 2018-2109 y la entrega de
trofeos a los equipos más destacados en las disciplinas de Fútbol Sala,
Fútbol 7, Baloncesto, Voleibol y Voley-Playa. Asistí al acto porque mis hijos
juegan en esos campeonatos, aunque lamentablemente nunca consiguen meterse en
los equipos ganadores no sé muy bien si porque tienen mala suerte o porque los
organizadores huyen de ellos a la hora de formarlos, conociendo por el seguimiento
que hacen año tras año que mis retoños no tienen madera de campeones.
Eso
para mí son detalles sin importancia porque lo que verdaderamente tiene valor
no es jugar sabiendo que puedes ganar, sino hacerlo con el convencimiento de
que la mayoría de las veces -si no todas- será el otro equipo el que se lleve la
victoria. ¡Eso sí que tiene mérito!
Me
llamó la atención la cantidad de gente que había en las gradas y alrededores. Según
un noticiero local, el aforo sumaba
unas 2.000 personas contando con los galardonados. Ese es un número de
espectadores bastante grande que raramente reúne un mismo acto municipal que no
sean los conciertos de las fiestas patronales. Igualmente grande me parece a mí
el número total de equipos (129, de los cuales 78 son escolares y 51 populares)
y de jugadores (1.245: 939 escolares y 306 populares) que según leo
en la misma noticia recibieron distinciones, y que de ser así puede dar una idea
de las miríadas de personas que practican deporte en nuestra ciudad. Una importante
población que, sin embargo, no disfruta de las mejores condiciones para hacerlo
ya que por desgracia las instalaciones deportivas de Majadahonda son más bien
justitas y presentan un estado por lo general bastante lamentable. Eso debemos
de agradecérselo a nuestros representantes políticos en el Ayuntamiento y más
concretamente al equipo de gobierno municipal que, pese a presumir de tener las
cuentas saneadas con más de cincuenta millones de euros de superávit, son incapaces
de realizar las inversiones necesarias para hacer que los majariegos puedan practicar
sus deportes preferidos a gusto y desahogadamente, sin necesidad de quedar
fuera de los cupos a que obligan las escasa infraestructuras disponibles o de tener
que hacerlo amontonados cuando tiene la fortuna de quedar dentro del corte.
Eso
sí, a la hora de salir en la foto bien que se apuntan como si el mérito fuera
suyo. Ese día, sin ir más lejos, asistieron al acto no solo el nuevo alcalde, José Luis Álvarez Ustarroz, en lo que constituiría
su primer acto oficial como edil máximo, sino también el nuevo concejal de
Deportes, Eduardo González,
los tenientes de alcalde Ángel Alonso y María José Montón, y las
concejalas Nuria Wilde,
Silvia Saavedra, Marina Pont y Vanesa Bravo. Todo un elenco de
representantes municipales que deberían tomar nota de la necesidad de poner al
día las instalaciones municipales mejorando su estado y aumentando el número y
la diversidad de ellas.
Otra cosa que me llamó la atención fue comprobar la
ausencia del concejal de Deportes saliente, Manuel Elvira, que en años
anteriores no había faltado a la cita, extrañándome que no estuviera él como
responsable de la gestión de ese área durante el curso que ahora terminaba y también,
por ende, como responsable de los logros que en ese acto se festejaban. Desconozco
los causan que motivaron el que no estuviera presente, pero no dejó de parecerme
raro que fueran nuevos concejales que no han tenido nada que ver con la gestión
deportiva ni con sus éxitos o fracasos los que ocuparan los puestos de honor en
la pista al mismo nivel que los galardonados o se acercaran al estrado a
repartir premios. Y es que, como suele suceder a menudo en todo proyecto,
empresa o institución que se precie, las medallas se reparten también entre los
no participantes.
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