Me ocurre todos los
años: casi sin dame cuenta me topo con la Navidad. Esta vez estaba ciertamente
expectante por conocer si la programación que se había preparado para estas
fiestas se correspondía con la prometedora mención que hacía nuestro alcalde José
Luis Álvarez Ustarroz en el saludo del boletín municipal de diciembre, cosa que hacía con estas palabras:
“…Y por fin llega esa
época familiar y festiva tan esperada por todos. Majadahonda, como ciudad de la Navidad que es en este año
2019, acogerá novedosas iniciativas, muy especialmente dirigidas a los niños y
a las familias que viven estos días con especial ilusión…”
¡Madre mía! Se me
había olvidado el magnífico honor que para nuestra ciudad significada el que hubiera
recaído sobre ella el nombramiento, premio, reconocimiento o lo que quiera que eso
de haber conseguido la extraordinaria distinción de ser considerada Ciudad Europea de la Navidad 2019,
hecho que debería lógicamente estar acompañada de unos festejos dignos de ese
merecimiento.´
Una forma de echar
por tierra las sospechas que se exponían en estas mismas páginas, hace ahora un
año, de que ese galardón no era una más que un montaje, pantomima o un bluf (llámese
como se quiera), es acreditar el empeño en hacerse acreedora a ese título. Eso
es lo que hizo Torrejón de Ardoz, ciudad sobre la que recayó esa distinción en
2018, que puso a disposición de oriundos y extraños un descomunal despliegue de
actividades que atrajo a visitantes de otras latitudes, y que recibió elogios y
parabienes de cuantos tuvieron ocasión de disfrutarlas.
Pues bien, echando un
vistazo al programa que el Ayuntamiento ha editado como separata, expresamente
para esta ocasión, no podemos menos que quedar desilusionados una vez más. Decepción
que se hace más profunda cuando en la prensa local y comarcal apenas se
encuentran menciones de relieve a nuestro pueblo. Por poner un ejemplo: el semanario Gente edición Noroeste, en su número especial del Puente de la Constitución (5 al 13 de diciembre) y en la cual nuestro pueblo figura en los
subtítulos de cabecera junto a otros como Pozuelo, Las Rozas, Boadilla y
Collado Villalba, Majadahonda no vuelve a aparecer mencionado. Ni siquiera en
el artículo ‘Las mejores fiestas de los pueblos de Madrid’ (páginas 15 y 15) en el que se recogen
14 actividades ilustradas con fotografías programadas en varias localidades,
pero que no incluye reseña alguna a nuestras fantásticas fiestas locales. ¡Una
pena!
Pero, vayamos al
grano y desgranemos la publicación con que nos ha obsequiado el Gobierno
municipal, no vaya a ser que esas omisiones en los medios solo sean fruto de
una conspiración contra nuestro enviado pueblo.
Portada del programa de actividades navideñas en Majadahonda |
Lo primero con lo que
uno se encuentra nada más voltear la portada es la foto de un belén a toda
página en la que destaca la imponente presencia de un niño Jesús que parece
gigante al lado de sus padres, tan imponente que da la sensación de que se va a
salir de la imagen para darte una patada en las narices. No sé por qué se ha tomado la foto tan cerca y
de forma que las imágenes semejan más a los protagonistas de los viajes de
Gulliver que a al más entrañable misterio cristiano; aunque quizá sea solo para
eliminar del encuadre a la vaca y al borrico según recomienda ahora la Santa
Madre Iglesia, cosa que a mí me da un poco de lástima porque esos animalillos formaban
desde hace mucho tiempo parte de la familia. De la de Jesús y de la nuestra.
La página opuesta está
reservada al saludo del Alcalde que aparece en una fotografía donde muestra una
sonrisa más amplia de lo habitual (se ve que está feliz con el premio), ese
gesto tan particular suyo de agarrarse las manos y posar con una cara de no
haber roto un plato en su vida. En el texto de su carta vuelve a insistir en lo
de la ciudad europea de la Navidad y hace un breve recorrido por la
programación que se ofrece, citando expresamente algunas notables actividades que
se inician con el encendido de luces y la inauguración del Belén municipal, y terminan
con la Cabalgata de Reyes. Entre ambas: el Circo de Navidad, la gran exposición
de Playmobil y “un sinfín de originales
actividades para las familias” que se recogen con detalle en las páginas
siguientes del folleto de 40 páginas.
A primera vista no
hay nada que nos haga pensar que las actividades sean ni muy diferentes, ni mucho más numerosas, ni de
mejor calidad que las de otros años. No obstante, sería precipitado emitir un
juicio previo sin prestar –como ya venimos haciendo con otras cosas- un voto de
confianza para que nuestro Consistorio demuestre que los actos previstos están
acorde con la tan honrosa distinción otorgada. Y mucho más sin haber tenido la oportunidad
de disfrutarlos. Por tanto, postergaremos hablar de eso para cuando terminen
las fiestas.
Lo que sí considero
oportuno es apuntar dos cosas que me parecen significativas por su novedad. Una
es el relieve que adquieren en esta edición las actividades religiosas (páginas
38 y 39) entre las que destacan sobremanera las realizadas en la parroquia de Santa
Genoveva, que alcanza un enfatizado protagonismo en detrimento de las clásicas
(Santa María y Santa Catalina). La segunda es que por primera vez en mucho
tiempo se reconozca, precisamente en estas páginas y de forma evidente, que en
nuestro municipio hay familias necesitadas y personas sin hogar.
¡Sorpresas que nos
depara la Navidad!
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