Hoy en día la gente ha dejado de creer en los milagros. Son muy
pocos los que aún piensan que los sucesos extraordinarios ocurren por
intervención divina, y muchos más los que consideran que esos acontecimientos
inauditos sobrevienen por puro azar o fruto de la casualidad. Yo, que todavía
no he perdido la fe –aunque tengo motivos sobrados para haberlo hecho hace
tiempo-, sigo creyendo que algunos hechos solo tienen explicación cuando concurren
causas sobrenaturales.
Pero no que sean designios directos del Sumo Hacedor, ya que estoy
plenamente convencido de que hace mucho que decidió no interesarse en los asuntos humanos y que nos ha dejado un
poco de lado debido fundamentalmente al trabajo que le damos. No hay más que echar
un vistazo a lo que está pasando en el Este
de Europa, donde primos hermanos andan arreándose a bombazo limpio, para
entender que el Creador nos haya dejado ya por imposibles y prefiere perder el
tiempo en mirar por las galaxias a ver si encuentra alguna otra especie viva
menos belicosa, y poder así entretenerse disfrutando en observar comportamientos
más amables, pacíficos y reposados.
Sin embargo, también creo que puesto que somos hijos suyos y
hechos a su imagen y semejanza, no nos tiene del todo abandonados sino que de
vez en cuando nos deja caer a modo de regalo uno de esos aconteceres extraños e
incomprensibles para recordarnos que anda por ahí y que, a pesar de todo,
todavía nos quiere. Y eso es lo que parece hacer sucedido recientemente.
En el pleno celebrado el 24 de febrero salió adelante una moción
presentada por la oposición, algo prácticamente imposible y que solo se da de tarde
en tarde; de ahí que cuando algo así sucede hemos de pensar que se debe a causas
extrañas. Y si a esa circunstancia tan especial añadimos que la aprobación de
una propuesta que partía del grupo municipal socialista se debió a la
abstención de los ediles de Vox, la cosa pasa de ser inconcebible a convertirse
en totalmente paranormal y que solo puede hacerse realidad si alguna ayuda del
cielo ha habido de por medio. Y eso, tratándose de este pueblo está reservado a
nuestro patrón, es decir que solo puede ser obra del mismísimo Cristo de los
Remedios. Lo cual viene a ser a la postre y querámoslo o no, una prueba
irrefutable de la existencia de Dios.
El Santísimo Cristo de los Remedios, de procesión en Majadahonda |
En base a una propuesta más generalizada que pretende llegar a un
acuerdo social y político en forma de lo que llaman ‘Pacto por la Salud de las
Personas en Madrid’, plantea para Majadahonda los siguientes requerimientos:
- Cesión de una pacela municipal para la construcción de un tercer
centro de salud.
- Implantar la enfermería
escolar en todos los centros educativos públicos.
- Refuerzo de los
profesionales en el Centro de Salud Mental y cambio de ubicación sus consultas.
- Puesta en marcha del
convenio con el Colegio de Psicólogos (ya aprobado en pleno) y de planes
locales de prevención del suicidio.
- Adquisición y puesta en funcionamiento de una ambulancia
medicalizada para Protección Civil.
El resultado de la votación en el pleno retrata a los grupos
políticos que componen la Junta de
Gobierno de nuestro Consistorio de manera que cada cual representa fielmente el
papel que han elegido para esta función: uno, el de cómico; otro, el de demente.
Hay que decir que no siempre interpretan esos mismos roles (aunque ambos pueden
realizarlos a la perfección) por lo que pueden alternárselos indistintamente a
la hora de meterse en debates serios.
En esta ocasión ponerse en la piel del payaso le ha tocado a Vox,
y sus declaraciones para justificar su abstención son una auténtica bufonada.
Decir que se inhibe de votar una moción con la que está de acuerdo –según dice textualmente la noticia que aparece
en la página 5 del nº 14 de EN PAPEL- “por lo que significa de mejoras en las
infraestructuras sanitarias y porque la
salud de las majariegos y la atención primaria es fundamental”, y
puntualizar que su abstención venía motivada en que el pacto propuesto es “como una carta a los Reyes Magos”, es
propio de un pobre hazmerreir. ¡Como si ellos no creyeran en los Reyes Magos!
No obstante, que Vox se lavara las manos y dejaran de contabilizarse
sus 3 papeletas ha significado que la moción saliera adelante gracias a los
votos a favor del PSOE (5) y Ciudadanos (7), superando los 10 opuestos del PP.
Lo que resulta más incomprensible de todo este asunto es el voto
en contra del Partido Popular. Incomprensible, quiero decir, desde un punto de
vista racional y coherente, ya que no se trata de discernir sobre cosas livianas
como poner o quitar flores, ni de llenar de banderas y símbolos patrios las
rotondas y fuentes del pueblo, sino de reivindicar mejoras en algo tan primordial
como es la atención sanitaria en nuestro municipio. De ahí que su postura sólo
quepa en la cabeza de un descerebrado, papel que ha escogido para esta comedia y
que lo borda a la perfección.
Desde luego, la respuesta que dio la Concejal de Sanidad, Nuria María Verónica Wilde, para argumentar la negativa de su grupo a la moción presentada con expresiones tales como que la propuesta “carece de líneas estratégicas”…”recoge opiniones interesadas”… “los directores de los centros de salud no demandan más espacio, es todo un ramillete de frases huecas propias de una persona algo ‘distraída’ (por decirlo de alguna manera). Tal vez esa es la causa de que fueran sus últimas declaraciones públicas como edil responsable de esa área y de las competencias de Comunicación.
Habrá quien piense que
adoptar esta posición tiene su razón en el empecinado enfrentamiento que su
grupo adopta en contra de todo lo que proceda del Partido Socialista, lo que en
el fondo es emular a lo que hace la Presidenta regional con el gobierno de la
nación. Otros creerán que secundar esta moción supondría una especie de insulto
a esa nueva lideresa y que, tal como están las cosas, no conviene contrariarla
pues de otro modo podría entenderse pone reparos a la gestión de su Consejería del
área sanitaria, que en el fondo es lo que viene a decir la propuesta
presentada.
Yo me inclino a pensar en que los motivos no son tanto de matiz
político como que esa decisión obedece a
una cuestión de tipo lectivo-operativo.
Me explico: con el trabajo y tiempo que les ha costado a los agentes
municipales aprenderse el galimatías de los límites y fronteras de las zonas en
que ha quedado dividido nuestro término municipal para respetar los
confinamientos en las fases más intensas de la pandemia, y entender con detalle
si las áreas comerciales del Carril del Tejar y del Centro Oeste quedaban en una
zona, o en la otra o en ninguna de las dos, imagínense lo que significaría para
ellos introducir una zona más. Sería el caos total.
Zonas básicas de Salud en Majadahonda, durante las fases de confinamiento de la pandemia |
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