martes, 12 de abril de 2022

... con sabor agridulce...

Mi suegro suele decir que cuando algo no empieza con buen pie, vale más desandar el camino recorrido, ir hasta el principio y volver a comenzar. Me da la impresión que la lectura del último boletín municipal se me ha atravesado un poco; y no creo yo que haya sido por falta de buena disposición por mi parte ya que lo he cogido con ganas. Pienso que más bien se debe a causas ajenas a mi voluntad, y en las solo participo como agente pasivo. Así que, siguiendo las recomendaciones de mi padre político (¡qué mal suena eso ¿vedad?!), he pensado dejarlo y empezar de nuevo.

Pero, por eso de no dejarme influenciar por el progenitor de mi contraria, he decidido que en vez de comenzar otra vez desde el principio, voy a utilizar otra estrategia alternativa que consiste en leer la revista al revés. Aclaremos esto: se trata de ir pasado las hojas desde el final hasta la portada, no de intentar de traducir los textos volteados. Aunque no estoy seguro si este último método, que normalmente trae consigo el no enterarse de nada, sería más saludable para mí.

Dicen los entendidos en cuestiones de orientación personal –lo que ahora llaman couchers- que cambiar la perspectiva con que se mira el entorno ayuda a percibir la realidad sin estar condicionado por las ideas preconcebidas y los lugares comunes. O sea, verlas en su prístina esencia. Veremos si es verdad.

De primeras, la bofetada que se recibe con el tema de la contraportada ya deja casi fuera de combate. Recordar el drama que sufren millones de familias deshechas por la guerra te conduce a  tal estado emocional que cuesta trabajo pasar página. Desgraciadamente, a ese conflicto solo estamos invitados como espectadores y, en todo caso, la acciones proactivas que podamos emprender deberían estar enfocadas a mitigar los estragos que esta situación está provocando entre la población civil. En este sentido, la iniciativa de nuestro Ayuntamiento aunque sea tibia y tardía, ha de contar con el respaldo de la población cuya positiva respuesta ya ha quedado demostrada.


Contraportada del boletín municipal del mes de marzo 


Me repongo a duras penas de este encontronazo inicial -¡por qué diablos no habré empezado otra vez por el principio!- y paso de largo el reverso (un apartado intrascendente de teléfonos útiles) para llegar a otra sección interesante, que normalmente escapa a la atención de los vecinos por lo poco atractivo de su presentación. Es la dedicada a recoger el resumen de los acuerdos de Plenos y Juntas de Gobierno que en este caso ocupa algo más de su extensión habitual. Son hojas llenas de párrafos de letra pequeña  y sin ninguna fotografía, y eso produce el rechazo de quienes buscan una lectura más amena y entretenida. Yo mismo la he soslayado muchas veces, aún sabiendo que es algo así como los prospectos que incluyen los medicamentos, que son un tostón pero que es casi obligado leerlos para enterarse qué es lo que nos vamos a meter para el cuerpo. Pues esto es algo parecido, porque ahí vemos lo que se cuece en estas reuniones donde se decide el futuro de nuestra ciudad. Y si por un casual dejamos de ser remolones y lo hacemos, veremos que casi todas las mociones que presentan los grupos que gobiernan son aprobadas, y casi todas las que promueven los grupos de la oposición rechazadas. Algo que si bien resulta lógico desde el punto de vista político, no lo es tanto desde la óptica objetiva del ciudadano normal, que piensa que ni todo lo que proponen unos es bueno para el pueblo, ni nada de los que proviene de los otros contiene algo que merece la pena sopesar. Solo en escasas ocasiones se produce alguna excepción, que suele suceder o bien por pura casualidad o como consecuencia de un enfado de pequeña monta entre amiguetes.

Luego viene la sección dedicada al deporte local, en la que se ensalzan los éxitos de deportistas ligados a Majadahonda. Hablan de ellos  como si esos triunfos fueran debidos al apoyo institucional, cuando en realidad se son más fruto del esfuerzo personal y de los equipos quede la ayuda que reciben del Ayuntamiento, aunque éste se esfuerce para que a los ojos de todos parezca que es al contrario.

Y, a continuación, nueve páginas para recoger la programación cultural de los meses de abril y mayo, con lo cual nos ponemos en la página 23 que es casi el ecuador del boletín. A partir de ahí comienza una serie de artículos sobre las bondades que representa nuestra ciudad para sus habitantes en diversos ámbitos que van desde los proyectos empresariales y cursos de formación, hasta la preparación de paquetes de acciones para dinamización del comercio local, pasando por la renovación de las zonas infantiles en parques y colegios, tema que tiene el honor de ocupar en mensaje principal de la portada.



Páginas 12 y 13 del último  boletín municipal


Además de la información comentada creo que no pueden dejarse de lado dos artículos que rellenan estas páginas, algunos de los cuales ya han sido objeto de análisis en entradas precedentes de este blog. Uno de ellos lleva por título ‘Majadahonda, una ciudad cada vez más segura’ (páginas 14 y 15) y en él se vuelve a insistir en una ficción totalmente fantasiosa ya que las estadísticas que facilita el Ministerio del Interior dicen lo contrario, situando a nuestro municipio el quinto más peligroso de la Comunidad de Madrid entre los que tienen más de 20.000 habitantes. De ahí, supongo, el interés que pone nuestro Alcalde en dotar de más medios a la Policía Local, aumentando el número de agentes, adquiriendo nuevos vehículoscreando una nueva Unidad Aérea, instalando más de cien cámaras de vigilancia ampliando la Unidad Canina con un magnífico ejemplar del que todavía no conocemos su nombre. Dotaciones que no tendrían mucho sentido si los números que se asignan a nuestro pueblo en ese ámbito fueran verdaderamente positivos.

El otro artículo digno de mención tiene que ver con el tema de la contraportada. Lleva su mismo título (‘Majadahonda con Ucrania’) y también ha sido tratado recientemente en esta bitácora pero con una visión algo más corrosiva y crítica que la que puede desprenderse del escueto texto institucional. Una forma distinta de describir la realidad que no es otra que la que vemos desde esta parte del tendido.

Sin embargo y gracias a Dios, no todo es criticable. Hay dos titulares que mueven al optimismo. Que Majadahonda sea el municipio con los impuestos más bajos (páginas 10 y 11) y la ciudad donde más baja el paro (página 17) dentro de la Comunidad de Madrid son grandes noticias, en caso de que pueda confirmarse que son ciertas y no hayan sido interpretados los datos como mejor interesa. De momento no tengo ninguna información que contradiga estos supuestos, lo que no signifique que me conforme en aceptar esas afirmaciones así porque sí y en algún momento me ponga a investigarlas para corroborarlas y poder creérmelas del todo.

Y así nos aproximamos al punto donde lo dejamos en un primer intento. Solo nos quedaría en el tintero comentar las cuatro páginas reservadas a los partidos políticos que tiene representación en el Consistorio. Son realmente divertidas y nunca tienen desperdicio. Además, esa es la parte en que sin ninguna duda puede decirse que la revista tiene un tono abierto y plural porque es el espacio –corto, eso sí- en el que no se aprecia el recorte de la censura, hecho que permite conocer cómo cada uno de ellos ve y valora la misma realidad. Pero ha llegado el ingrato momento de cerrar esta entrada, lo que nos obliga a seguir con eso en la próxima.



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